Pensiones: la dignidad está en la calle, no en la Moncloa.
Si hay algo que admiro de quienes se movilizan por una causa justa (bueno, en cierto modo todos y todas creemos que las que defendemos lo son) es que, casi siempre, estas extienden los beneficios del objetivo de movilización a grupos sociales en general, y no sólo al colectivo concreto que decide manifestarse o emprender acciones de presión. El ejemplo más claro es el movimiento feminista cuyos logros durante muchos años de lucha ha beneficiado al conjunto de las mujeres (no de todos los países, lamentablemente), se haya tenido o no una mirada feminista.
Ahora tenemos en la calles una importante movilización para revalorizar las pensiones (revalorizar su dignidad, diría yo) y, también, para garantizarlas, a medio y largo plazo. Y son las personas de más edad de nuestra sociedad quienes están protagonizándolas con una energía y una actitud que está sorprendiendo a muchas personas. Y lo hacen con una generosidad inmensa.
Ahora tenemos en la calles una importante movilización para revalorizar las pensiones (revalorizar su dignidad, diría yo)
Posiblemente los asesores de prospectiva de Rajoy (entiendo que los tiene) no le dibujaron un escenario en el que, en pleno invierno, las calles de este país se llenarían de pensionistas quemando cartas de su gobierno indignados por el anuncio de una subida de 0’25% de su pensión (subida de mierda le llaman). Imagino que no contemplaban esa situación porque de haber sido así, a nadie en su sano juicio se le habría ocurrido la torpeza de enviar esa misiva a millones de hogares españoles. Es para estar más que cabreados. El PP ha tratado a los y las pensionistas como si de entes inactivos se tratara, capaces de tragar con todo lo que le ponen por delante mientras ven la TV.
Pero la realidad es que miles de ellos están en la calle diciendo basta, y lo están de manera justa. Igual que son justas las medidas que como partido socialista estamos proponiendo, no ahora, sino desde hace ya muchos meses, para que las pensiones en este país sean dignas y tengan un futuro garantizado. Y aquí no vale echar balones fuera, ni mirar hacia otro lado. No vale tergiversar lo ocurrido en este país para justificar el inmovilismo del PP en este tema. La dignidad está ahora mismo en la calle, y no en la Moncloa.
Pero la realidad es que miles de ellos están en la calle diciendo basta, y lo están de manera justa.
Porque la realidad es tozuda. De 2005 a 2011, coincidiendo con las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero, las pensiones mínimas subieron en España un 53,65% y las máximas un 19,74% con un IPC acumulado del 19,63%. Y ha sido con la llegada de Mariano Rajoy cuando dichas subidas se han desplomado suponiendo tan solo, en los años que van de 2008 a 2018, un incremento del 4,35% en las pensiones mínimas y un 3,29% en las máximas, con un IPC del 6,52%.
Y otra realidad igualmente relevante. El Gobierno socialista dejó la hucha de las pensiones en torno a 66.000 millones de euros; hoy apenas llega los 8.000 millones de euros. Y ante esto, es lamentable escuchar al PP decir que la revalorización de las pensiones es una hucha sin fondos, cuando son ellos quienes han dejado sin fondos la reserva de la Seguridad Social.
Por lo tanto, el PP en el tema de las pensiones tiene la credibilidad por los suelos. Porque humillan al pensionista con subidas del 0’25%; porque vacían la hucha de las pensiones; porque ningunean sus movilizaciones y también, porque rompen el consenso haciendo volar por los aires el Pacto de Toledo.
Nosotras y nosotros, las mujeres y hombres socialistas, vamos a seguir reivindicando lo que es justo para las personas que reciben una pensión y para quien las recibirá en un futuro. Nuestra propuesta es clara y tiene dos objetivos: el primero, vincular las pensiones a la revalorización del IPC. Es decir, homologarnos al conjunto de los países de la UE y, en segundo lugar, garantizar el sostenimiento público de nuestras pensiones resolviendo el déficit estructural que ahora mismo padece nuestro sistema.
Nuestra propuesta es clara y tiene dos objetivos: el primero, vincular las pensiones a la revalorización del IPC.
Y esto se hace dignificando nuestro mercado laboral, con empleos y salarios que permitan a las personas y las familias salir de las penurias a las que la reforma laboral del PP les está condenando, una reforma laboral que debe ser derogada con urgencia al tiempo que se aprueba un nuevo Estatuto de los Trabajadores y se reivindica el Pacto de Rentas que el PSOE viene proclamando y demandando a los agentes sociales, a los empresarios singularmente y también al Gobierno de España en la misma línea que están haciendo los sindicatos UGT y CCOO respecto a una senda de revalorización de los sueldos de los trabajadores y trabajadoras.
Del mismo modo, y entre otras políticas, hemos de abrir el debate de, si no queremos encarecer el coste del trabajo ni a los asalariados, ni a las personas autónomas, ni por supuesto tampoco a los pequeños y medianos empresarios y empresarias, se han de estudiar vías de financiación complementarias a nuestro sistema de Seguridad Social, y que entre otras propuestas, pueden venir de iniciativas valientes como el de un impuesto extraordinario a la banca, lo que permitiría garantizar que las pensiones crezcan conforme al IPC.
Están en la calle y estamos haciendo propuestas con sentido común para revalorizar la dignidad que el gobierno del PP ha quitado a millones de españoles en materia de pensiones.
Toñi Serna
Diputada autonómica y secretaria de acción electoral del PSPV-PSOE en Alicante