A todas esas personas que hacen posible las fiestas de Elche.

 

Llevo años cubriendo y asistiendo a las fiestas de Elche, año tras año viendo como políticos que dejan pasta para organizar actos, se pasan diez minutos antes por cada uno de estos eventos, se hacen la foto y se van. Me recuerdan a esos turistas japoneses de los que hablaba Arturo Pérez Reverte en uno de sus escritos: “Eso políticos que van a visitar a sus soldados que están en una guerra, son como los turistas japoneses sólo les interesa la foto, cuando la tienen se marchan a su zona de confort”.

 

Hoy lo he podido comprobar en el arroz con costra gigante, como cada año llega la comitiva de políticos, asesores de los políticos, asesores de los asesores de los políticos y otros personajes en nómina que no sabemos quiénes son, pero que siempre van detrás de todo este séquito. Todos ellos con una sonrisa de oreja a oreja, hacen el paripé, hasta se permiten hacer alguna gracia con los que llevan currando horas y horas elaborando el arroz a más de 40º, se hacen la foto y se van.

Llegan con sus modelitos, prendas caras que antes de ser políticos no se las podían permitir, se apartan de la lumbre que guisa el arroz para no impregnarse sus vestimentas de olor a humo y cuando todo está hecho, llegan y protagonizan el acto. Se siente superiores, porque han puesto el dinero para que se pueda hacer el evento, pero ellos y todos sabemos que el dinero es de todos nosotros.
En definitiva se llevan el protagonismo, de algo que han hecho otros y hemos pagado todos.