El Boquerón de Plata, un bar mítico de Elche
El Boquerón de Plata fue creado por el empresario Fernando Verdú a principios de la década de los setenta, en el número 13 de la calle Reina Victoria. Más tarde sería vendido a Vicente Candela, empresario de la hostelería que ya poseía otros establecimientos, como el Bar Candela, situado junto a la “Pluma de Oro” en la calle José María Pemán.
Vicente Candela murió de una grave enfermedad muy joven, por lo que El Boquerón de Plata pasó a ser regentado por su esposa, Fina Agulló Miralles. Más tarde se incorporarían Alfredo y Raúl Candela, los dos hijos de la propietaria, al trabajo diario de la cafetería. El Boquerón de Plata fue, sin duda alguna, uno de los puntos de reunión de muchos ciudadanos, especialmente industriales del calzado. “Allí llegaron a cerrarse algunos de los negocios más importantes de Elche. Por aquel entonces los empresarios cerraban tratos de 200 o 800 millones de pesetas. "Uno se quedaba perplejo al oír esas cantidades. Yo por aquel entonces cobraba seis mil pesetas semanales”, relata a TOPICAL 3.0 Félix Amat, antiguo camarero que permaneció más de 20 años en este establecimiento.
Junto a Félix, pasaron otros muchos trabajadores, algunos de ellos ya fallecidos: Diego Dato, Pascual Chinchilla, Abel Calvo, Antonio Pinchí, Manolo Vaño, Juan Sánchez o los hermanos Gaby y Herminio Cañete.
El Boquerón de Plata también fue lugar de celebraciones. En la parte superior de local existía un amplio comedor, donde se celebraron innumerables acontecimientos sociales: bodas, bautizos, comuniones entre otros muchos actos. Una de las especialidades de esta casa fue el marisco: “En la temporada de ostras había un camarero dedicado todo el día a abrir estos moluscos”, comenta Félix Amat. También era frecuente que los clientes degustaran la amplia carta de arroces.
Uno de los hechos más destacables del Boquerón de Plata y que acaparó todas las portadas de la prensa ocurrió el 29 de marzo de 1986, para más señas, Sábado Santo. El número de la lotería 87.302, adquirido en la administración nº 2 de Elche, sale agraciado con el primer premio. El Boquerón de Plata, reparte entre sus trabajadores y clientes, 515 millones de las antiguas pesetas (3.305.487 Euros). Sus propietarios y trabajadores comparten un buen pellizco. Todos aparecen con una alegría desbordante en los principales periódicos de la ciudad.
El Boquerón de Plata cerró sus puertas en la segunda mitad de los años 90. Sumándose así, a una infinidad de establecimientos históricos de la ciudad que han pasado a la historia colectiva y personal de cada ilicitano