Aunque su gestación fue en París, donde uno de los creadores trabajaba como diseñador de tejidos. Del trabajo con los tejidos surgió la idea de añadir a las telas sus propios dibujos para crear prendas de ropa diferentes aun contando con un patrón básico. Dispuesto a llevar este sueño a cabo volvió a España y empezó a dibujar; plasmando sus ideas sobre el papel o sobre la pantalla del ordenador.

Ya en Elche, se sumó al proyecto la hermana del diseñador. Ya eran dos socios dispuestos a levantar un sueño, crear una marca de ropa urbana, con diseños originales, en prendas dinámicas que se pudieran combinar en múltiples estilos, para que cada persona se sintiera libre de llevar las prendas de Rey Piña como le apetezca.

Una vez que se tuvo una colección inicial de dibujos se buscó la manera de estampar los dibujos en las prendas. Después de estudiar varias técnicas de estampación, los jóvenes empresarios optaron por la técnica digital textil, una nueva técnica que consiste en imprimir cualquier dibujo o fotografía sobre prendas textiles, de un modo parecido al de una impresora imprimiendo sobre un papel.
 

Materializadas las prendas que los dos hermanos querían vender, les faltaba ahora el medio para realizar ventas. Sin tienda física, y con un mercado online saturado por marcas muy conocidas empezaron a vender en festivales, mercadillos y eventos organizados en la calle.

Poco a poco las ventas han ido creciendo, hasta el punto de poder abrir una tienda física en la plaza Reyes Católicos en la ciudad Elche. Y ahora con el ojo puesto en ventas online, los jóvenes empresarios quieren llegar cada vez a más gente y poder llegar al gran mercado de internet.

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